Viajar, una buena elección que te hará feliz.

Viajar, una buena elección que te hará feliz.


¿Cuánto de positivo es viajar?, ¿Sabías que la felicidad que nos genera viajar es mucho mayor que la que nos genera la riqueza material? 

Y es que estamos inducidos, por esta sociedad de consumo,  a creer que cuando adquirimos cosas materiales aumenta nuestra felicidad,  que estas son una buena inversión, porque están físicamente presente, se quedan, como lo hace la casa, los objetos, en fin ya sabéis… pero… muy por el contrario lo material caduca, el estímulo que nos produce adquirir un objeto desaparece en el momento en el que lo hemos conseguido.

Pensamos que el tiempo se va, los instantes vividos se van, y por tanto no son buena inversión…

Pues según un estudio llevado a cabo por el profesor de psicología de la Universidad de Standford, Thomas Gilovich, se ha demostrado que experimentamos el mismo aumento en la felicidad cuando compramos algo que queremos que cuando viajamos. Pero, y eso es lo más importante, la cantidad de felicidad que obtenemos de nuestra compra disminuye con el tiempo, mientras que los recuerdos de nuestra experiencia de viaje continúan suministrándonos hormonas de la felicidad por mucho más tiempo.

No solo no se van, sino que forman parte de nosotros, permanecen en nuestros recuerdos y nos alimentan constantemente. Un olor nos puede trasladar a este viaje que tanto disfrutamos, y con el volvemos a vivir esa bonita experiencia cada vez que conectamos con él.

Hay placeres que no deberían comprarse con dinero, pero ya que lo hacemos, que sea para otorgar valor a lo que realmente nos importa. Viajar es una de ellas.

La multitud de sensaciones que vivimos cuando viajamos, las nuevas experiencias, pueden convertirse en una fuente de alegría, porque se quedan con nosotros durante toda nuestra vida.

Aprender nuevas habilidades, conocer formas de viada diferentes, incluso deportes extremos: todos estos son una fuente ideal de felicidad para todos y cada uno de nosotros. Un móvil nuevo o, incluso, un coche se convertirá temporalmente, en otro objeto más que poseemos, o de lo contrario se volverá viejo y obsoleto.

Y es que, según el informe, resulta que el principal impedimento para la felicidad es la adaptación. Tan pronto como compramos algo, al tiempo se vuelve ordinario y poco estimulante. Este proceso se repite una y otra vez, por lo que apostemos más por los buenos recuerdos, la verdadera fuente de alegría que se queda con nosotros hasta el final de nuestros días.

Enero 2019.

Texto © María García

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