Ruta naturalista por Tenerife y La Gomera en Semana Santa

Frondosa vegetación, costas de todas las tonalidades, bosques milenarios, una flora única en el mundo, paisajes volcánicos de curiosas formas, tradición, cultura y gentes hospitalarias orgullosas de su tierra. Comenzaremos este viaje por la isla de La Gomera. En su interior una de las reliquias de las islas, el Parque N. de Garajonay, una auténtica selva brumosa… y uno de los valles más hermosos que podamos conocer, el "Valle Gran Rey" por donde haremos senderismo hasta las mismas playas del Atlántico. Pequeños pueblos como Agulo o Hermigua, en donde podremos degustar el famoso queso o descubrir la curiosa artesanía en cerámica. Después nos espera Tenerife. Alojados en un bonito hotel en La Laguna, vamos a descubrir la "otra cara" de esta isla. Los bosques de fayal brezal de la cordillera de Anaga, los antiguos caseríos y cultivos en terrazas, el descenso del Barranco de Masca por un sendero que nos lleva directamente al mar donde nos espera una pequeña embarcación para buscar las colonias de delfines y ballenas. Los desérticos e impresionantes paisajes volcánicos del Parque Nacional del Teide, un verdadero contraste con las selvas de Anaga. Y, además de la exultante naturaleza, en esta aventura descubriremos las costumbres isleñas, su cocina más típica: los sancochos, las "papas arrugadas", los mojos, pescados como "la viejita", la miel de palma… y, cómo no, los exquisitos vinos de Tacoronte o de Acentejo… a la vez que nos damos unos buenos chapuzones en sus playas.