Una nueva entrega de mis "Cuadernos de Viaje". Esta vez se trata de un viaje reciente. Un recorrido por los Alpes de Suiza y Francia. En compañía de mi colega Manuel Figueroa partí hacia la cordillera. El objetivo: diseñar una nueva ruta para Alventus&AñosLuz, para la temporada 2016. Esta vez, decidí ir por tierra, sin avión, a la "vieja usanza". Hacer camping todo lo que pudiéramos, como en aquéllos años... Para mi era un "revival" de tantos viajes por esas montañas unidas a mi historia. Pude comprobar una vez más que esa España reseca del verano es aún más acre cuando intentas poner un pie en esas asquerosas áreas de servicio (perdón tortura), pestilentes y sucias hasta extremos insospechados. Después la vista se relaja cuando se rueda por la ribera del Duero y por los Montes Vascos. Entrar en Francia, es entrar en un país dulcemente terminado, sin escombros, "talleres" y naves inmundas. En las Landas juegan a "Ferias" y en Ginebra alcanzamos los 30º en un verano muy caliente. Por fin Grindelwald y un fuerte aguacero nos da la bienvenida. Durante varios días exploramos los llamados "Alpes del Oberland Bernés", el paisaje alpino por excelencia. Las montañas dulces... Desde allí, nos dispusimos a travesar la cordillera a través de los altos pasos de Grimsel y Forclaz. En el valle de Chamonix ascenderíamos el Mont Buet, de más de 3.000 metros y departimos unos días con Javier Rodriguez Gordillo, veterano guía de Alventus en el macizo del Mont Blanc. A la vuelta me "reconcilio" con el paisaje español haciendo una escala en Toro, una de las "capitales" del Rioja. Por fin, esa España interior...
© Faustino Rodríguez Quintanilla, texto y fotos.
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