Desde la ventanilla del pequeño avión de Ethiopian Airlines el paisaje que rodea Lalibela parece un papel marrón arrugado en mil pliegues caprichosos. Poco después de aterrizar nos encontrábamos dando botes en una furgoneta camino de uno de los grandes hitos de la historia de la Humanidad.
Me encontraba a gusto esta mañana, el aguacero de anoche había asentado el polvo reinante de la tarde anterior, cuando estuvimos visitando los templos milenarios de Lalibela, entre moscas y calor. Esta mañana me sentía un poco como mi admirado RL Stevenson mientras escribiera “Travels with a donkey”.
Llevo muchos años recorriendo todos los rincones de Europa.
Algunas páginas del cuadernos que realicé durante mi pasado viaje por Etiopia, en Octubre y Noviembre de 2014...
“Naciones, nacionalidades y pueblos del sur” es el pomposo nombre que recibe una vasta región de más de cien mil km cuadrados que guarda en su interior una extraordinaria diversidad cultural y etnográfica.