Nos dirigíamos hacia el Este de Polonia, la idea era llegar al Parque Nacional Roztocze y atravesar la frontera con Ucrania para conocer la histórica ciudad de Leópolis. Me acompañaba mi amiga y Guía de Alventus&AñosLuz en Polonia, Dorota Korkozowick.
Dorota es una apasionada del viaje, de la cultura y de la historia. Además, Dorota es inquieta y nerviosa y se empeña en que yo pueda ver el mayor número de cosas en mi recorrido, tanto que a veces, acaba extenuándome. Pero, además, junto con el polaco, habla español y ruso y en este viaje su compañía era vital para poderme entender en algunas de las zonas más remotas de Polonia y de Ucrania. La llanura polaca se nos muestra amable y relajante en esta época del año, con una mezcla de colores verdes y cremas. Tras Zamość, el paisaje comienza a ondularse, estamos entrando en el Parque Nacional Roztocze. Creado en 1974, protege una amplia zona que alberga numerosos ríos, lagos y zonas húmedas. Los bosques están compuestos por abedules, hayas, robles, píceas, pinos y un importante sotobosque en donde destacan los grandes helechos, serbales y numerosos pequeños árboles que ofrecen bayas y frutos a la variada fauna. Zorros, lobos, corzos, ciervos y numerosas aves. Se trata de una auténtica selva, reducto de las grandes selvas que cubrían estas zonas del Este de Europa. El bochorno, el calor reinante y los mosquitos ponen de su parte y si no supieras que en invierno se llenan de nieve, podrías pensar que te encuentras en las grandes selvas del bosque lluvioso ecuatorial.
El parque está rodeado de pequeños pueblecillos donde reina la quietud y la vida parece detenida. Aquélla noche nos alojamos en una idílica cabaña en el interior del parque y la mujer del guarda cocinó para nosotros un excelente lomo de jabalí y unos pierogis (especie de empanadillas) rellenas de requesón y arándanos silvestres. No podía pedir más.
En la mañana nos espera Víktor Jaroz. Víktor es Guía del Parque “a ratos”, nos dice –porque por aquí no viene mucha gente. Con Víktor y su amigo el “cochero” Carol hicimos un recorrido en coche de caballos por los caminos del parque. Por la tarde y rodeados de cervezas y vodka hablamos ampliamente. La mayoría de los habitantes de la zona han estado o están en la emigración. El cochero Carol fue taxista durante 10 años en Italia. Víktor tiene a su mujer en ese mismo país y el cuida de sus hijos, dos chicos mayorcitos. Los dos trabajamos juntos ahora con algunos de los turistas que vienen por aquí, Carol pone el carro y yo mis conocimientos de Guía –nos dice Víktor– y, a veces, también voy a Alemania a trabajar en el campo. Con lo que ahorramos vivimos bien aquí…, tengo un pequeño huerto, paseamos mucho, gastamos poco y también, señor Faustino, ¿sabe qué?, nos ayuda mucho “la costumbre de vivir”.
© Faustino Rodríguez Quintanilla, texto y fotos.
Parque Nacional Roztocze (Polonia), junio 2005.
Jerez, 2015.
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