No para de llover, llevamos así muchos días. Alcanzamos un alto por encima de los 3.800 metros. Hemos dejado atrás las selvas y entramos en el páramo andino. Como los anteriores, el día está gris y triste. Por fin, chapoteando en el barro, llegamos a la “Hacienda la Primavera”.
De nuevo en ruta, tomamos un bus “semi leito” con destino a Cochabamba. Los autobuses de algunas compañías como “Bolívar” son excelentes, disponen por lo general de dos plantas con asientos “cama” y “semicama”.